21 de agosto de 2013

¿Amar o depender?



Cada uno ha de tener su espacio propio. 
Es una necesidad que tantas veces no es consciente y cuya no satisfacción lleva a resultados desastrosos. 
Aquello de "fundidos en uno solo", no es sano, aunque se propague como romanticismo, y a algunos les guste regodearse en ese pensamiento creyéndose los "amantes de la historia". 
El apego en cualquier relación -puede ser de pareja, de amistad, padres e hijos- quita libertad. Puede ser un apego físico, y hasta darse en relaciones virtuales en estos tiempos. 
Abrir el correo a toda hora para ver si hay "algo"; desesperar y suponer abandonos si el contacto no llega. 
Me atrevo a decir que tales comportamientos no dicen nada acerca del amor o la amistad, sino del apego. 
Y todo apego es pernicioso, porque nos enajena,nos quita energía. 

Toda dependencia implica un abandono de si mismo, una entrega fútil cuyo resultado solo es pérdida. 

Hay que reservarse para sí mismo, para ser dueño total. 
Desde ese lugar podemos encarar relaciones sanas y prósperas; que puedan cada día desarrollarse y crecer trayendo felicidad para si mismo y para el otro.


"No tenemos apegos, ni miedos.... Ellos nos tienen a nosotros !!"

"Los Apegos se producen porque nos da miedo perder el motivo del apego"

"La felicidad no consiste en la satisfacción del deseo.
Satisfacer el deseo no nos libera de él, sino que engendra un nuevo deseo
de que vuelva a repetirse la experiencia placentera"



Walter Riso 

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