El cáncer de mama, la intervención, los
tratamientos (quimioterapia, radioterapia, hormonoterapia) y la posterior
adaptación a la vida normal suponen un fuerte impacto emocional que se acompaña
de una serie de consecuencias psicológicas y sociales, desconocidas para la
persona afectada y su familia.
El fuerte impacto del diagnóstico y el
"shock" que todavía produce la palabra cáncer, genera en las personas
afectadas intensos estados emocionales, en los que afloran sentimientos
incontrolables, toda clase de miedos y un sin número de preguntas.
Es en esos momentos cuando es importante
intervenir, lo más precozmente posible y cuando se pueden prevenir las alteraciones sociales y psicológicas que
pueden aparecer y permanecer en la psique de la persona afectada durante mucho
tiempo. Por lo tanto debemos valorar el estado integral de la persona y se
interviene proporcionando el apoyo necesario.
El apoyo social y psicológico que a persona
pueda recibir de sus familiares, amigos, entre otros ayudara a las pacientes a
comprender y aceptar dicha enfermedad.
También tiene gran importancia la
intervención profesional, que permitirá prevenir y tratar precozmente
alteraciones sociales, psicológicas y trastornos emocionales que de otra forma
podrían hacerse crónicos. Se trata de intervenir en las personas que sufren
alteraciones, que no pueden superar por sí mismas, ni con el apoyo de otras
personas, que generalmente suelen derivar en trastornos psicológicos de tipo
ansioso y depresivo, con importantes implicaciones negativas en la autoestima,
en la falta de valía personal y en la sensación de falta de control en sus
vidas.
Holland, J.C. y otros, han demostrado la
eficacia de las intervenciones psicológicas en la prevención y tratamiento de
las alteraciones psicológicas que se pueden producir en las personas con cáncer
de mama. También se justifica la importancia de la intervención psicológica por
las reiteradas peticiones de médicos/as, oncológicos/as, enfermeros/as y por
las propias pacientes y familiares, cuya demanda va en aumento.
El análisis de la situación que atraviesan
las personas afectadas de cáncer de mama, así como sus propias demandas
evidencian una serie de factores en torno a la enfermedad, que justifican la
elaboración de esta intervención y que fundamentalmente son:
- La
constatación de que hay pocas enfermedades que causen tanta angustia,
miedo y desesperación como el cáncer, cuyo diagnóstico produce un fuerte
impacto emocional y se considera un proceso mutilante con la muerte al
final de dicho proceso.
- El
sentimiento de vulnerabilidad y desestructuración de su vida y de sí
mismas/os que experimentan las personas afectadas.
- Los
trastornos psicológicos anteriores a la enfermedad, pueden reaparecer al
ser diagnosticado el cáncer de mama, con mucha mayor virulencia y de forma
más acentuada, lo que convierte a estas personas en individuos mucho más
vulnerables que el resto y, por lo tanto, susceptibles de desarrollar un
trastorno patológico mayor.
- Puesto que
el trastorno ansioso-depresivo es el trastorno psicológico que se detecta
con mayor frecuencia a lo largo de todo el proceso de la enfermedad, es
necesario intervenir y elaborar estrategias adecuadas de intervención
psicológica en cada fase de la enfermedad, destinadas a tratar dichos
trastornos.
- Considerando
que cuesta bastante tiempo restablecer el equilibrio anímico, es necesario
el apoyo psicológico durante todo el proceso de la enfermedad.
- Cuando hay
una recidiva todos los trastornos psicológicos anteriores se agudizan y se
vuelven mucho más intensos, por lo que es imprescindible intervenir con
mayor atención, para prevenir trastornos que pudieran originarse en esta
situación y agravarse en el futuro.
- En el caso de enfermas/os terminales es muy necesaria la intervención psicológica con la/el paciente en la elaboración de una despedida y aceptación y especialmente con los familiares, en la elaboración del duelo.
Cada persona puede presentar necesidades
diferentes como las que mencionamos a continuación.
- Fase
pre-quirúrgica
La incertidumbre ante los resultados de las pruebas diagnósticas genera altísimos niveles de ansiedad, por lo que la intervención psicológica va destinada a paliar, a través de distintas técnicas, dichos niveles de ansiedad. - Fase
diagnóstica
El diagnóstico de una enfermedad grave y, generalmente, inesperada, como es el cáncer de mama supone un impacto emocional muy fuerte, que marca un antes y un después en la vida de la persona afectada. Los sentimientos de dolor, pérdida, mutilación y muerte producen una serie de alteraciones emocionales en la persona que le desequilibran, le convierten en un ser más indefenso. - Fase de
intervención quirúrgica
La intervención quirúrgica supone la interrupción de la vida cotidiana, la separación del medio familiar y la irrupción en un medio desconocido. - Fase
post-quirúrgica
La vuelta a casa, genera un estado psicológico en el que las defensas se vienen abajo y hay un sentimiento de pérdida que es necesario elaborar. - Fase de
los tratamientos
Los tratamientos, Quimioterapia y Radioterapia, generan una gran ansiedad, múltiples temores, así como sentimientos depresivos y de hostilidad. Todo ello unido a los efectos secundarios (alopecia, náuseas, vómitos, malestar) impide llevar una vida normal y hace necesaria la intervención psicológica para paliar y amortiguar el impacto negativo de los mismos. Esta fase y la del diagnóstico son las que mayor ansiedad produce. - Fase
post-tratamiento
A medida que va pasando el tiempo y se va elaborando el proceso de adaptación a la enfermedad, con la recuperación de los niveles de actividad similares a los que había antes de la enfermedad, se va reduciendo la ansiedad y el distrés psicológico. En este caso será necesaria la intervención psicológica para ayudar a expresar todo ello y permitir la elaboración, la aceptación de todo el proceso vivido durante la enfermedad. - Recidiva
y/o Metástasis
Si hubiese una recidiva y/o metástasis, es posible que la/el afectada/o experimente un estado psicológico de confusión emocional, así como alteraciones emocionales más intensas, una mayor vulnerabilidad psicológica, sentimientos depresivos y una mayor ansiedad, que le puede llevar a buscar de manera un tanto desesperada la búsqueda de la causa. - Situación
terminal
Puede haber crisis de despersonalización, lo cual significa una angustia extrema ante su situación. Se agudizará el deseo de encontrar sentido a su enfermedad y coherencia en su vida, quieren encontrar "la verdad de su vida".
La intervención psicológica es importante
realizarla tanto en la/el paciente como en sus familiares, con los siguientes
objetivos:
- Capacitar
a la familia para dar cuidados emocionales de forma eficiente.
- Facilitar
a la familia un soporte psicológico que evite su derrumbamiento.
- Prevención
y tratamiento del duelo.
- Orientación
sobre la comunicación con la paciente.
- Detectar
los indicadores de estrés familiar.
- Apoyo
psicoemocional de la paciente y su familia.
Sin duda l@s terapeut@s psicológicos, podemos jugar un gran papel en el afrontamiento y prevención de este tema tan actual y temible, para el cual consideramos que es necesaria una intervención y prevención transdisciplinaria, si es que se busca mayor efectividad.
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